¿Para qué sirve realmente el Social Business?
Estoy en el tren, de camino hacia un cliente, y mientras disfruto del viaje miro a la gente que está a mi alrededor; me hacen reflexionar sobre cómo está cambiando la forma que tenemos de relacionarnos y de comunicarnos entre nosotros, en gran medida también motivada por la gran explosión que la tecnología digital está teniendo en los últimos años. Ahora compartimos más: en un grupo de Whatsapp de amigos o de padres del colegio, en comunidades profesionales o compartiendo aficiones similares, colaboramos con nuestras opiniones, aportando nuestras ideas o simplemente recomendando productos y servicios a otros. La forma en la que nos «mostramos» ante este nuevo ecosistema constituye ya un reto en sí misma, y las respuestas que recibimos del mismo son aún más sorprendentes, respuestas en tiempo real, casi instantáneas, múltiples, que proporcionan tanta información como para poder tomar decisiones en ese mismo instante, y todo en mi móvil o en el iPad, siempre aquí cerca, al alcance de mi mano.
¿Que qué es lo que ocurre cuando transladamos esta forma de vivir y comunicarnos a nuestra vida laboral? Pues que cambia la forma que tenemos de trabajar, dando paso a un nuevo paradigma de colaboración en las empresas, conocidas también como las redes sociales corporativas. ¿Qué significa exactamente que las empresas sean un «social business»? Significa ser capaz de inyectar la tecnología colaborativa dentro de los procesos de negocio, en marketing, en innovación, en recursos humanos o en el departamento de ventas para obtener mejoras en términos de eficiencia y productividad. ¿De qué manera?
– Compartiendo información, reutilizando el conocimiento y las experiencias
– No reinventando la rueda cada vez que comenzamos un proyecto similar a otro en un lugar distinto
– Aprovechando la experiencia y el conocimiento de los profesionales que dejan la empresa
– Haciendo más productivos y mucho antes a los nuevos empleados, acortando los tiempos de acogida en la empresa
– Conociendo quiénes son los expertos y contactando con ellos en tiempo real
– Utilizando las ideas de los empleados y poniéndolas al servicio de la empresa
Esto es colaboración.
Ser social implica una nueva forma de trabajar entre mis empleados pero también con mis clientes o con mis socios de negocio. Estamos viendo cómo crecen las comunidades con clientes, espacios en los que tener un diálogo diferente y más cercano, incluso con ofertas de productos y servicios personalizadas. Estas comunidades representan el nuevo espacio para «hablar» con clientes o con otros socios de negocio, para fidelizar pero también para consolidar a los nuevos clientes que acabo de captar en las redes sociales.
La tecnología social se presenta, por tanto, como la gran oportunidad de negocio para la empresa. Cuando se obtienen incrementos de productividad del 25%, ahorros en 1/3 en el time to market, en el desarrollo de nuevos productos o servicios (generando ventajas competitivas), incrementos de la satisfacción de los clientes de más del 20% o reducción en un 25% de los costes operativos, se percibe el valor real en el uso de esta tecnología.
Muchas empresas ya lo están percibiendo, esto es ya una realidad… y es imparable ¿quieres ser solo un espectador o quieres que tu empresa sea la próxima? Entra en el mundo de la colaboración de la mano de IBM.