Smarter Workforce, la ventaja del talento

By 03/04/2014

Las nuevas tecnologías (social business, mobile, big data y la nube) son un factor de cambio y, gracias a ellas, se está impactando en muchas áreas de nuestra vida cotidiana. No hay más que ver las cinco predicciones acerca del uso de la tecnología cognitiva.

Una de las áreas de mejora, que además es pilar indiscutible de cualquier empresa u organización, es la plantilla. Impactar positivamente en la plantilla, hacer que la misma esté motivada y centrada en objetivos comunes, aprovechar la inteligencia colectiva e incorporar a aquellas personas más adecuadas en cada puesto de trabajo impacta positivamente no sólo en los resultados de la empresa, sino en todas los afectados por su trabajo: clientes, empleados, proveedores, socios y la sociedad en general.

En un momento en el que la competitividad y la innovación marcan el futuro de las empresas, el trabajo del departamento de Recursos Humanos es clave para conseguir alinear y optimizar el talento disponible con las necesidades y la cultura de la organización. Este departamento, además, es responsable del desarrollo de las personas y de la capitalización del conocimiento colectivo.

Las tecnologías referidas tienen la propiedad de poder acercar a las personas en un entorno de trabajo cada vez más deslocalizado y globalizado, lo cual permite  humanizar el trabajo. Ya en muchos ámbitos hay muchas personas que hablan de RR.HH. como el departamento de Relaciones Humanas.

En definitiva, la gestión de talento cobra un gran protagonismo. Y hacerlo de forma inteligente da sus frutos. La gestión de las personas que componen una plantilla de una organización tiene cinco pilares que proporcionan ventajas competitivas:

  1. Adquisición. La atracción, selección, contratación y acogida de nuevos empleados (internos o externos) es un área clave para tener siempre a las personas más determinantes dentro de la empresa. No solo personas que sean expertas en su área de conocimientos, sino penosas que tienen las habilidades necesarias para hacer su trabajo de la mejor forma posible. Además, personas cuyas preferencias personales están en sintonía con la cultura y el propósito de la empresa. Estas personas son las que marcarán la diferencia en el futuro.
  2. Liderazgo y compromiso. Está demostrado que los empleados cuyo trabajo tiene un propósito están más comprometidos y, por tanto, tienen mejores resultados. Hay que dedicar tiempo a definir y conocer la cultura empresarial y a comunicar los objetivos como organización. Compartir cultura y objetivos da lugar a confianza, y la confianza aumenta el compromiso. Y  el compromiso hace que las personas estén motivadas, quieran hacer las cosas mejor y no abandonen la organización.
  3. Optimización. Compartir información, experiencias, identificar expertos, etc., son aspectos que cultivan la innovación. La formación y desarrollo de los empleados también es clave para ganar competitividad. Pero teniendo en cuenta que no todos aprenden igual ni que todos necesitan la misma cantidad y tipo de formación. Hay que saber qué, cuándo y de qué forma ofrecer esta formación a cada empleado de forma individualizada. Las redes sociales, los sistemas de formación (presencial, online), los cursos informales, los programas de formación abiertos, etc., están cambiando la forma en que las personas adquieren conocimiento y habilidades.
  4. Recompensas. Para mantener la motivación y el compromiso hay que invertir en el reconocimiento de las personas. De nuevo, cada persona se siente reconocida de una forma particular, por lo que hay que diseñar programas de reconocimiento individualizados, ofreciendo a cada empleado lo que necesita en el momento oportuno.
  5. Conocimiento. Toda la información disponible de la plantilla debe servir como fuente de inspiración para obtener la visión necesaria de las necesidades de la organización. Hay que conocer que los objetivos comunes y la cultura están teniendo efecto, y corregir lo que sea necesario en el momento adecuado. Para ello es indispensable el uso de técnicas de «big data» y analytics. La tecnología cognitiva puede dar una serie de soluciones a la hora de aplicar el conocimiento que se tiene de la plantilla en el resto de puntos vistos anteriormente.

En resumen, es un gran momento para echar un vistazo a cómo se puede mejorar el trabajo a través de los propios trabajadores e impactar de forma positiva tanto en los propios empleados como en los resultados.

Imagine el potencial de una plantilla compuesta por personas formadas, comprometidas y productivas.
Esto es Smarter Workforce.

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